Después de nueve meses de espera, finalmente sostienes a tu bebé en brazos. Comienza la bella y gran aventura de conoceros, y en ella es fundamental que conozcas también cómo se desarrollan sus sentidos, incluida la vista. ¿Qué puedes hacer tú para contribuir a que su visión se desarrolle correctamente y cómo estimularla? ¡Toma nota de los siguientes consejos!
La visión de un bebé se desarrolla gradualmente a lo largo de un proceso lento de varias etapas que concluye tras el primer año de vida. En una encuesta realizada por la American Optometric Association (AOA) en 2011, tan solo el 18 % de los padres afirmaron haber realizado un examen ocular integral a su bebé antes del primer año de vida.
Conocer estas etapas de desarrollo es clave para poder detectar si tu bebé tiene un problema de visión:
La visión de tu hijo comienza a desarrollarse desde la gestación, por ello, es sumamente importante que sigas al pie de la letra las indicaciones de tu médico obstetra/ginecólogo. Evita el alcohol y las sustancias psicotrópicas y estupefacientes, ya que estas toxinas son las principales causantes de problemas graves de visión durante el embarazo y la formación del feto.
Al nacer, los bebés tienen una visión muy borrosa y apenas pueden discernir los detalles de los objetos cercanos a él. Sin embargo, tienes que tener en cuenta que, al mantener su rostro a una distancia de entre 20 y 25 cm de ti, tu bebé se acostumbrará a tu rostro y podrá reconocerte más fácilmente.
Además, científicos han determinado que los recién nacidos suelen preferir mirar el rostro de la madre antes que cualquier otro, por tanto, otra buena recomendación es que conserves el mismo peinado y evites alterar tu apariencia para que te reconozca fácilmente y mirarte sea una maravilla para él.
Tu bebé ahora puede diferenciar colores y seguir los movimientos que están cerca de él. Compra libros, juguetes con diferentes colores. También puedes pintar la habitación de tu bebé con colores primarios para despertar su vista.
A esta edad, puede mirar o seguir un objeto durante más tiempo. Habla con él mientras te mueves por la habitación para que se acostumbre a mirarte y coordinar su vista.
Su percepción de las profundidades mejora y comienza a comprender la permanencia del objeto. Es decir, ahora puede coordinar su visión con el movimiento de sus manos y atrapar objetos. Continúa moviéndote mientras te diriges a él.
Puede reconocer objetos y personas en la habitación. Diviértete moviendo objetos fuera de su alcance para ayudarlo a detectarlos y mejorar su visión lejana.
El desarrollo visual de tu bebé está casi completo. Ya ve casi tan bien como tú. Es momento de hacerle su primer examen de la vista para asegurarte de que todo está en orden en su visión.
Es de suma importancia que detectes con prontitud si tu hijo sufre miopía. Para ayudarte en esta tarea, te presentamos una serie de indicios que son alertas para que lleves a tu pequeño al oftalmólogo para comprobar su salud visual:
Finalmente, debes tener en cuenta que cuanto antes se descubran estos problemas de visión, más efectiva será la corrección y el tratamiento. Los médicos recomiendan detectar problemas de visión cuando el bebé tiene entre 3 y 9 meses. Además, aunque las visitas al oftalmólogo se programen regularmente durante este período de desarrollo, es fundamental que los padres sean los principales actores que detecten estas anomalías.
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