La miopía es el error refractivo más común, afecta aproximadamente al 25% de la población mundial. Además de la carga económica y consecuencias en la calidad de vida que trae consigo esta disfunción visual, las complicaciones oculares asociadas a una alta miopía pueden derivar en pérdidas graves de visión, así lo concluyó un estudio de 2005 publicado en la revista Ophthalmic and Physiological Optics.
Aun contando con la corrección refractiva adecuada, las personas con esta disfunción visual no están exentas del riesgo de enfermedades que amenazan la visión. Entre ellas se incluyen:
El trabajo científico refirió que el riesgo de desarrollar glaucoma, una enfermedad que daña el nervio óptico, es casi un 50% más alto en pacientes con alta miopía, comparativamente con aquellos que tienen menos dioptrías. Los expertos descubrieron que la miopía severa crea una apariencia similar al glaucoma que puede confundir a los oftalmólogos incluso con la ayuda de un dispositivo de imágenes, por lo que este error de refracción es un problema de doble filo.
A medida que este error de refracción aumenta, las capas de fibras nerviosas de la retina y el grosor macular también cambian, lo que puede conducir a la ceguera debido a una acumulación de presión en el ojo que daña al nervio óptico. Además, la alta miopía también puede causar errores de segmentación durante la imagen macular dificultando el diagnóstico preciso del glaucoma.
La catarata es una opacidad natural de la lente (o cristalino) del ojo, que se encuentra detrás del iris y la pupila. Según la evidencia disponible, las personas con alta miopía tienen un 17% más de probabilidades de padecer cataratas que las personas con miopía moderada.
Si bien la causa exacta sigue siendo un área desconocida, los investigadores sugieren que el aumento de la longitud globo ocular axial en los miopes puede evitar el suministro de nutrientes a la parte posterior del cristalino. Como resultado, pierde su claridad y es en este momento cuando empiezan a formarse las cataratas.
El riesgo de desarrollar un desprendimiento de retina es 5 o 6 veces mayor en personas con alta miopía en comparación con aquellas con miopía baja. Las personas con miopía alta tienen ojos más largos (mayor longitud axial), lo que significa que la retina está más estirada y, por lo tanto, es más propensa al desprendimiento periférico de la retina.
El riesgo de degeneración macular debido a la miopía aumenta bruscamente con la edad, tomando la forma de cambios atróficos o complicándose por la formación de la membrana neovascular coroidea (NVC). La maculopatía miope avanzada causa pérdida de la visión central y actualmente no hay tratamiento para la forma atrófica. Con el aumento de la prevalencia de la miopía, la discapacidad visual causada por esta afección continuará aumentando.
La detección y el tratamiento de posibles complicaciones oculares patológicas es esencial en el tratamiento de la alta miopía. Los riesgos asociados con la miopía no deben subestimarse y existe una necesidad de salud pública para prevenir la aparición o progresión de la miopía. Estamos hablando de una pandemia, según la Organización Mundial de la Salud.